La comunicación es uno de los elementos indispensables que se deben tener en cuenta si queremos que nuestra empresa funcione. Pero la misma no está formada solamente de cara a la forma en la que llegamos a nuestros clientes de forma particular, o al público en general, sino que cada uno de nuestros empleados hace también a la comunicación de la empresa, por lo que debemos cuidar de la relación entre ambas partes.
Es así que muchas de las últimas investigaciones de empresas líderes y consultoras al respecto, han demostrado cómo las fallas que se producen, en los conductos de comunicación interna de una compañía, pueden llegar a resultar decisivas a la hora de establecer parámetros de éxito o fracaso de las mismas.
Para poder evitar estos errores que tan caros se pagan, entonces, la recomendación fundamental tiene que ver con bien la designación de un profesional que se encargue de la comunicación interna entre los empleados, y entre los jefes y empleados mismos, o al menos un análisis de las formas que se utilizan dentro de la compañía en tal sentido.
De hecho, no son pocas las ocasiones en las que nos encontramos con que los problemas de comunicación de las firmas vienen relacionados con enfocarse demasiado en prensa, clientes, proveedores, accionistas, comunidad, entre otros, descuidando a los empleados, que con el tiempo se van renovando, y no siempre se adaptan de la misma forma a las exigencias comunicativas de la firma, pudiendo resultar un arma de doble filo para sus empleadores.
Por todos estos motivos, y si consideramos que pueden ser los empleados de una empresa quienes marquen la diferencia a la hora de generar imagen positiva, ya que una palabra suya puede tirar por la borda una estrategia millonaria, te recomendamos que comiences tu campaña de comunicación desde sus trabajadores, que son tu base, y luego recién te extiendas hacia las afueras.