Una encuesta realizada por la firma Merilla Lynch indica que de cada diez inversores, siete ya han asumido que la economía mundial ha entrado en recesión.
Además, seis de cada diez encuestados considera que la política monetaria es demasiado restrictiva.
La cifra de pesimistas ha aumentado un 25% en el último mes.
Los inversores tienen en este momento una tendencia hacia las operaciones de bajo riesgo además de la creencia de que las acciones están infravaloradas en los mercados.
En tal sentido, Gary Baker, uno de los encargados de la encuesta expresó que «Los gestores están esperando a desencadenantes que les den la confianza para comprar: en la flexibilización de la política monetaria y en que los resultados empresariales del tercer trimestre aclaren dónde residen los mayores problemas y oportunidades en los mercados de capitales».
El negativismo inversor tiene su punto fuerte en los Estados Unidos y Europa, donde el 41% de los gestores de fondos no recomiendan invertir en el mercado de capitales, sobre todo en Reino Unido, que por ahora se presenta como el destino europeo menos afortunado para la inversión.
La gran mayoría de los inversores especializados europeos (75%) estiman que las condiciones económicas se deteriorarán.
Es por ello que los inversores están vendiendo caro y optando especialmente por dividendos estables y fórmulas que permitan preservar el capital.
