Nuevamente, la cifra de unidades nuevas vendidas en España ofrece números negativos: un -37,6%, en comparación con octubre del año pasado, según reporta AFP (la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles), a través de una nota de Europa Press.
Aunque se vendieron más de 56.595 coches más que en septiembre, los a 61.366 coches adquiridos en octubre, son muchos menos que los vendidos en el mismo mes del año pasado, cuando se alcanzaron ventas por 98.404 unidades.
Se trata del mayor retroceso en las ventas del año, y uno que lleva a la industria del automotor a niveles de hace 15 años. El dato es preocupante en dos vertientes. La primera muy futuro inmediato, y es que el empleo de medio millón de personas (entre armadores, administrativos, vendedores…) pende de un hilo si la tendencia no se revierte.
El segundo es a mediano plazo, pues la industria del automóvil era una de las aspirantes a tomar el relevo como motor de la economía española, una vez que la construcción nos dejo como estamos y las energías renovables han salido del escenario.
El principal target de las industria son las unidades particulares, que componen un 50% de las ventas. El bajón coincide con la subida en 2% del IVA y el fin de las ayudas del gobierno para el recambio de unidades.
Las empresas, por su parte, ya toman las primeras medidas: Seat ha puesto en marcha un plan para recortar 700 plazas de su fábrica en Martorell; PSA Pugeot Citröen de Madrid pondrá hacia marzo de 2011 a 2.150 trabajadores a paro parcial.