Cuando montas una pyme, o una empresa grande, lo que sea, siempre quieres que crezca, que se desarrolle y afiance en el mercado, no ya por los beneficios y tranquilidad que eso puede darte, sino también porque eso significaría que el sueño que tienes, el hecho de que haya algo que tú has creado triunfando y haciéndose un hueco en el mundo, es muy gratificante.
Quizás por eso le pones tantas ganas a tu negocio, para verlo crecer. Sin embargo, si no ves que crezca, quizás es que necesitas cambiar algo, o que no te has dado cuenta de qué falla.
En todo negocio hay tres puntos importantes que has de llevar a cabo, no periódicamente, porque quizás supondría un gran coste, pero sí de vez en cuando, a medio o largo plazo.
El primero de esos puntos es la auditoría de la cual te hablamos en otros artículos. Las auditorías se pueden hacer internas o externas, es decir, haciéndolas nosotros o que las hagan otros. Si tu negocio aún es pequeño podrás controlarlo bien pero ten en cuenta que se ha de ser siempre objetivo, viendo tus fallos y solucionándolos.
Un segundo punto sería el control de calidad. Si haces productos de baja o mala calidad los clientes, por muy baratos que pongas tus precios, no llegarán a fidelizarse contigo porque para ellos haces malos productos y a la larga te irán dejando por otros que los hagan mejores, aunque les cueste más caro. Por ejemplo, si fabricas unas zapatillas que se rompen al mes de uso, por muy baratas que las pongas los clientes comprarán otras que duren más, aunque sean más caras, porque a la larga salen ganando.
Es por eso que el control de calidad es muy importante, ofrecer al cliente buenos productos y/o servicios para disfrute de ellos.
El último punto a tener en cuenta es la diversificación. Hoy en día no basta con montar una empresa en un barrio o una ciudad y ya está. Hay que expandirse en varias bandas, quizás en corto plazo no a nivel físico, pero desde luego sí a nivel de internet, uno de los lugares donde puedes encontrar más diversificación y donde llegar a todo el mundo.