¿Es real el peligro de exclusión social por desempleo? No tener un trabajo tiene graves consecuencias a nivel anímico cuando esta situación se prolonga durante un tiempo prolongado. Y es que, existe el riesgo de exclusión social. En los casos más extremos, destaca la situación de aquellas personas que se quedan sin hogar al no poder hacer frente a los gastos de la hipoteca.
Perder un trabajo, implica también decir adiós a sueños, ilusiones, pero en especial, implica decir adiós a un lugar. A ese lugar que cualquier ser humano ocupa al formar parte de una empresa. Y es que, el sentimiento de pertenencia y de reconocimiento en el seno de un grupo es uno de los más reales y también, uno de los más positivos.
Ante una situación de desempleo, conviene aprender a pedir ayuda. Es decir, es positivo que la familia pueda echar una mano a aquel que está sufriendo por no tener un trabajo. Sin embargo, sería muy ideal creer que todo el mundo cuenta con este entorno de ayuda, ya que no es así. Por ejemplo, existen muchos inmigrantes que trabajan en nuestro país, están en el paro, y además, tienen a sus familias a kilómetros de distancia. Las entidades que trabajan en la ayuda social son una fuente importante de ayuda y de bienestar.
Cuando el sufrimiento se vive en primera persona por la pérdida de un trabajo y esta situación se prolonga mucho más allá de lo esperado, entonces, es difícil encontrar consejos que valgan, sencillamente, porque la ausencia de empleo limita la calidad de vida, reduce la autoestima del sujeto y causa sufrimiento y miedo ante el futuro. Por tanto, también resta libertad.
Imagen: Ayudas Parados