¿Por qué utilizar el múltiplo de EBITDA?

El mundo de las finanzas corporativas ha evolucionado para centrarse cada vez más en el uso del múltiplo de EBITDA (Ganancias Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización) como una métrica fundamental para valorar las empresas. Joshua Novick, Managing Partner en Bondo Advisors, comparte su experiencia y explica las razones detrás de esta tendencia.

La Importancia del EBITDA en las Finanzas Modernas

Joshua recuerda cómo, durante la preparación para la salida a bolsa de su empresa Antevenio en 2007, escuchó por primera vez sobre el EBITDA. Previamente, había trabajado con métricas clave como las ventas, el margen bruto, los beneficios antes y después de impuestos, y, sobre todo, la caja generada.

Sin embargo, pronto comprendió que los inversores, analistas y periodistas económicos europeos enfocaban su análisis en el EBIT y el Beneficio por Acción. En el mismo año, al adquirir una empresa internacional, valoraron la transacción en función del múltiplo de EBIT y beneficio neto, lo que resultó en una operación exitosa gracias a la experiencia de los emprendedores adquiridos.

La Evolución hacia el EBITDA como Métrica Predominante

La Gran Recesión de 2008-2012 trajo cambios importantes. Fondos de private equity comenzaron a preguntar a Joshua sobre el EBITDA de su empresa, lo que le llevó a calcularlo inversamente, sumando provisiones y amortizaciones. Aunque en un principio le costaba entender su relevancia, con el tiempo aceptó su importancia para los inversores.

En una venta reciente, Joshua intentó utilizar un múltiplo de Beneficio antes de Impuestos, pero el CEO del comprador insistió en utilizar el EBITDA, ya que era la métrica por la que se medía su rendimiento.

Razones para Usar el Múltiplo de EBITDA

La infografía adjunta resalta por qué el múltiplo de EBITDA ha ganado popularidad:

  1. Comparabilidad: Proporciona un terreno común para comparar empresas, eliminando diferencias en estructuras de capital y políticas fiscales.
  2. Neutralidad Fiscal: Ignora los efectos de las decisiones fiscales, lo que permite evaluar el rendimiento operativo real.
  3. Facilidad de Cálculo: Elimina el impacto de gastos no monetarios como la depreciación y amortización.
  4. Enfoque en el Flujo de Caja: Resalta la capacidad de la empresa para generar efectivo.
  5. Estándar de la Industria: Es una métrica reconocida y ampliamente utilizada.
  6. Predicción del Rendimiento Futuro: Es menos susceptible a manipulaciones contables y refleja mejor el potencial de ingresos futuros.
  7. Ajustes Estructurales: Permite ajustar fácilmente por cambios no recurrentes o inusuales.
  8. Preferencia del Inversor: Los inversores prefieren indicadores que excluyan elementos no operativos.
  9. Base para Negociaciones: Sirve como estándar para valorar ofertas en transacciones de fusiones y adquisiciones.
  10. Universalidad: Es aceptado mundialmente para facilitar las transacciones.
Múltiplo de EBITDA

A pesar de las discusiones sobre el uso de diferentes métricas, el EBITDA se ha posicionado como un estándar en la valoración de empresas y un pilar en el análisis de la rentabilidad operativa.

Vía: Linkedin Joshua Novick.

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