Quizás te hayas dado cuenta que hoy día hay algunas personas, hombres y mujeres, que usan productos que, en principio, no estaban destinados a ellos o ellas. Por ejemplo, en el caso de las mujeres, hay alguna ropa interior masculina que es para ella; o en el caso de los hombres tenemos el maquillaje.
Estos productos, que normalmente tienen un target, es decir, que son específicos para ciertas personas, en realidad ahora mismo no tienen esa limitación tan clara, a decir verdad ahora hay muchos productos que, si bien antes se veían para hombres, mujeres o niños, en la actualidad se puede ver a otro colectivo jugando con ellos y no por eso es algo malo.
¿En qué afecta esto a las empresas?
Básicamente les afecta en su política de marketing. Por ejemplo, si vendes maquillaje y tienes tanto para hombre como para mujer, centrarte solo en la mujer no es lo más acertado sino que hay que hacer una promoción de ambos, quizás incluso potenciando el de hombre que está en auge porque hoy día son muchos los que se están empezando a cuidar.
También en las librerías podemos encontrar cambios. Por ejemplo, no se si recordarás los cuadernos Rubio, unos cuadernos que a muchos niños nos compraban de pequeños para aprender a escribir, sumar, dividir, hacer problemas… Estos cuadernos ahora mismo también se usan para la tercera edad, lo que puede servir para lanzar una promoción, para fomentar el uso de esos cuadernos con el fin de mejorar la memoria (algunos hasta los venden en las farmacias).
Con esto te quiero decir que no te enfoques solo en un target. A menudo ser amplio con los productos, ya sean más para un público femenino o masculino, no implica que debas centrarte solo en ese público, quizás puedas captar la atención de otro colectivo y ser pionero poniendo de moda el producto.