La empatía es la capacidad que tiene una persona de ponerse en el lugar de otro. En realidad, se trata de una habilidad que no es real al cien por cien puesto que es imposible que alguien pueda meterse de lleno en la subjetividad ajena. La empatía se basa en la comunicación, es decir, en la capacidad de mostrar sentimientos, emociones, ideas, forma de pensar y de percibir la realidad.
Por tanto, la empatía no sólo es una capacidad esencial en el ámbito de las relaciones interpersonales, por ejemplo, la amistad o el amor sino también en el seno del ámbito laboral puesto que la empatía favorece el compañerismo y el trabajo en equipo.
Cuando una persona es empática tiene capacidad de reflexionar sobre sí misma y asumir sus propios errores. También tiene capacidad de valorar y aceptar las ideas de los demás como un medio de mejora en un proyecto. Por el contrario, una persona soberbia tiende a valorar su propias ideas en detrimento de las cualidades profesionales de los demás.
La empatía se basa en el diálogo expresado de forma asertiva, es decir, positiva. Existen diferentes tipos de relaciones: familia, amistad, vecindad, y por supuesto, compañerismo. Una relación a la que a veces, no prestamos la atención que merece en orden a la felicidad. Sin embargo, cualquier persona se siente mejor cuando trabaja en un entorno humano.
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