Salarios, pensiones y crecimiento.

imagescav397kn.jpgCreo que no es una sorpresa para nadie pero conviene recordarlo siempre que sea posible y es que los datos sitúan a España como un país con salarios bajos, muy bajos, y con pensiones míseras, misérrimas que diría un erudito, impropias de una nación situada en los más altos puestos como potencia industrial.

Tampoco debemos olvidar que seguramente sea ésta una de las claves para ostentar esas buenas posiciones en los G7 y similares. El crecimiento español se está basando en reducidos costes salariales, aforismo para definir salarios bajos. Lejos de empezar a corregirse esta situación podemos afirmar que ha quedado atrás el mito del mileurista y surge algo parecido al «trabajador pobre«, al estilo de los inicios de la revolución industrial, es decir, que por mucho trabajar no se acaba de despegar en cuanto a la situación económica familiar.

Parte de la culpa de estas nuevas realidades está también en los precios de los bienes y servicios. Porque se está dando la absurda paradoja de que las nóminas están por los suelos mientras los precios vuelan por las nubes, cosa que va en contra de la lógica económica o de cualquier tipo. Si los costes de producción se sitúan en un nivel determinado, los valores de venta final deben adecuarse a ellos. Salvo grave distorsión del mercado a causa de intermediarios o especuladores.

Quizá lo peor esté por venir pero creo que hay que mejorar las herramientas y mecanismos de distribución de la riqueza, poner coto a los que sólo negocian precios con lo que encarecen los productos fuera de toda lógica y que, como no hay mal que por bien no venga, también existe margen para emprender y montar negocios que vendiendo barato obtengan buenos beneficios.

Ya pensaremos en las pensiones, que esa es otra historia.

Enlace: cotizalia.

Scroll al inicio