Aunque la existencia de los CDS (Credit Default Swaps) es una de las consecuencias más tristes de la última crisis económicas que ha afectado casi a todo el mundo, recién ahora se puede tener conciencia exacta del rol que ocupan, al punto de que han alcanzado en las últimas horas la cota de los 493 puntos básicos, cifra no vista desde el pasado mes de noviembre, cuando marcaron el máximo de 499 enteros.
En este sentido, vale destacarse que esta mala noticia, al menos para los especialistas del mercado, está estrechamente relacionada con las nuevas tensiones de la deuda soberana, que han situado la prima de riesgo en los 426 puntos, con una rentabilidad del bonos a diez años del 5,97%, siendo otras de las consecuencias ineludibles del actual momento de inestabilidad financiera.
Entre otras cosas, esta nueva situación quiere decir que para poder salir al mercado a financiarse, los inversores le estarán pidiendo a España un interés de casi el 6%, frente al 1,7% que le exigen por ejemplo a Alemania, país que suele ser tomado como la referencia normalmente, por la estabilidad de sus finanzas.
Justamente, se debe mencionar en este caso, que ineludiblemente la diferencia entre uno y otro tiene que ver con lo que es denominado en la jerga como “prima de riesgo”, la cual se recoge cuánto más caro resulta a un país colocar su deuda en comparación con el Estado germano, ya que como decíamos, éste oficia como referencia.
En el mismo sentido, es interesante entender que esta nueva escalada de las tensiones comerciales entre España y sus compradores también ha golpeado a los buques insignia del mercado financiero local, como lo son los bancos Santander y BBVA, que también han visto dispararse sus CDS (seguros contra impago) hasta 415 y 430 puntos, respectivamente, aunque desde luego cuentan con formas mucho más rápidas y efectivas de resguardarse de la crisis global.