Ser desempleado no significa estar parado

Ser desempleado no significa estar parado

Ser desempleado no significa estar parado. Parece un juego de palabras pero no es así. Y es que, detrás de la terminología que utilizamos habitualmente, también existe un alto componente emocional. Es decir, utilizar el término parado para definir a los desempleados no resulta nada positivo. Sencillamente, porque el hecho de estar inactivo desde un punto de vista laboral, no tiene nada que ver con estar quieto sin hacer nada.

Al revés, el desempleado debe esforzarse al cien por cien para seguir con su rutina y buscar un trabajo. Un objetivo que implica esfuerzo, constancia y regularidad. Por ello, es esencial que la persona tenga una agenda que intente cumplir al menos en un 80 por ciento. De lo contrario, puede caer en la apatía y en la tristeza.

Los desempleados no están parados, sencillamente, porque tienen muchas ocupaciones: buscar ofertas de empleo, redactar el currículum y mejorar la carta de presentación, realizar entrevistas de trabajo, visitar empresas, hacer nuevos contactos… Y por supuesto, realizar cursos de formación. En otros muchos casos, también hay desempleados que aprovechan su tiempo libre para realizar actividades de voluntariado.

La actividad es tan vital para una persona que también es saludable realizar deporte. En última instancia, lo que debe evitar a toda costa una persona que no tiene trabajo es pasar todo el día en casa. Las emociones desagradables adquieren más intensidad en ese momento: rabia, enfado, tristeza, ira.

Los desempleados no están parados a nivel vital, incluso, puede que tengan una agenda más activa que cualquier trabajador. Y es precisamente, gracias a dicha actividad que pueden mantener estable su estado de ánimo y el optimismo. Una persona que está sin trabajo se encuentra inmersa en el proceso de búsqueda de una nueva oportunidad laboral.

Imagen: Tasa de Paro

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