En ocasiones la economía parece presidida más por maestros zen que por economistas, y las declaraciones de estos últimos nos dejan como los koas de los primeros: «Si un árbol cae en un bosque sin nadie cerca, ¿produce un sonido?». O en su versión Pedro Solbes: «No hay que impedir artificialmente en necesario reajuste de la construcción, que ha sufrido excesos en el pasado».
Y es que mientras el paro sube al punto de que los extranjeros hacen las malestas por voluntad propia y cuando las previsiones de las bajas cifras del crecimiento de la economía española parecen una loa al optimismo, confundir a la economía con la naturaleza es un de humor, por lo menos, involuntario.
Para Solbes, vicepresidente económico, la economía sufre un reajuste natural de los excesos del pasado que será menos pronunciado de lo que parece, pero tendrá un arrastre negativo sobre otros sectores, aunque transitorio. Lo curioso es que tras estas declaraciones, realizadas el día de ayer en su comparecencia la legislatura ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Solbes llegó a la misma conclusión que los catastrofistas y los apocalipticos: el crecimiento del 3% volverá tras el 2010.
En tanto, a escuchar la brisa, que el bosque, cuando se viene abajo, no hace ruido, pero debemos dejar que todo se venga abajo, pues es lo natural…