Parece que ese tiempo en el que nos llevábamos las manos a la cabeza y proclamábamos ante la mala calidad de un servicio o frente a ciertas noticias «esto sólo pasa en el Tercer Mundo«. Por lo menos, en lo que a materia económica refiere, lo que pasa allá, puede pasar acá (y está pasando): inflación, paro, quiebras, fraudes monumentales… Y de ser así, ante los casos de Islandia y de Grecia, ¿es posible que suframos un corralito en España?
El corralito es un invento argentino, aplicado en aquel país en el 2001, y consistió en limitar la salida de cualquier tipo de depósito bancario ante la inminencia de una devaluación del peso. La moneda perdió casi el 70% de su valor frente al dólar, y los ahorradores vieron como sus saldos se reducían a menos de su tercera parte, literalmente.
¿Una medida así es posible en los bancos españoles?
Desde luego. Hay varios factores que avalan esa posibilidad, y sólo uno que nos separa de ella.
1. La filosofía bancaria española. Consistente en cargar todo costo a sus clientes (ahora mismo, y ante la bajada del euribor, ya han trasmitido la baja de su rentabilidad reduciendo los beneficios de las cuentas ahorro), aunque al momento de los rescates y las compensaciones metan mano sin pudor al bolsillo estatal.
2. La desconfianza en el sistema bancario. El fraude Mardoff terminó por involucrar a varios bancos españoles, que mordieron el anzuelo de la pirámide. Uno sólo de los numerosos ejemplos de la miopía financiera de nuestra banca, y de las razones que el gran público tiene para caer en pánico.
3. La desconfianza en el Euro. Irónicamente, en uno de los momentos más álgidos del 2008, el uro gozó de sus mejores cotizaciones. Sin embargo, fue contraproducente para las exportaciones, pues los precios subían y se perdía la competitividad. El Euro no ha logrado desplazar al dólar ni siquiera en las negociaciones al interior de la comunidad, y los batacazos son muy posibles.
Todos estos factores podrían desatar un retiro masivo de fondos ante un empeoramiento de las condiciones económicas, o un ataque de pánico general. La única intervención posible en un momento así sería instaurar un corralito (limitando los retiros en frecuencia y monto) para evitar una descapitalización fatal.
¿Cuáles son los factores que impiden llegar al extremo del corralito?
El Fondo para la Adquisición de Activos Financieros garantiza que los bancos contarán con los activos para hacer frente a sus obligaciones con sus clientes, a través de la inyección de capital y otras medidas. Vuestros ahorros, dice el gobierno, están asegurados. De ser operativo este fondo, el corralito se descarta al existir la seguridad de que cada español recuperará sus fondos intactos.
Sin embargo, la economía está más basada en los sentimientos que en las leyes, y el miedo es el más fuerte…
Fuente | El Blog Salmón