Vender una empresa sin sorpresas: 10 claves para prepararte antes de que llegue el comprador

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Por qué preparar tu empresa para una venta, incluso sin intención inmediata de vender, puede ser la mejor estrategia para proteger su valor.

«Te ofrezco 7 veces tu EBITDA más un earn-out atractivo.» Para muchos emprendedores, una frase así suena como música celestial. Pero tras el entusiasmo inicial, los procesos de compraventa de empresas pueden transformarse rápidamente en una experiencia frustrante si la compañía no está lista para afrontar una due diligence rigurosa. Y entonces, el Ferrari soñado acaba aparcado… pero en el concesionario.

Este tipo de situaciones, tan comunes como evitables, ilustran la importancia de preparar una empresa para su posible venta con tiempo y visión estratégica. Aunque el emprendedor no tenga pensado vender en el corto plazo, existen decisiones clave que puede tomar hoy para fortalecer su negocio y, de paso, evitar disgustos en una futura negociación.

Joshua Novick, experto en M&A (fusiones y adquisiciones), resume en una infografía viral las 10 cosas que todo empresario debería hacer antes de vender su empresa. Y, como él mismo señala, incluso si no estás en modo «venta», implementar estas medidas te permitirá dirigir una organización más robusta, eficiente y atractiva.

1. Optimiza las operaciones

La rentabilidad y el flujo de caja son la base del valor percibido por cualquier comprador. Pero ojo: recortar costes a corto plazo puede ser contraproducente si daña la estructura del negocio. El foco debe estar en procesos sostenibles y escalables que aporten eficiencia real.

2. Organiza los registros financieros

Un comprador querrá ver los números… y entenderlos. Estados financieros claros, declaraciones de impuestos al día y documentación ordenada son imprescindibles para generar confianza y facilitar la valoración.

3. Realiza una auditoría

Una auditoría externa profesional puede identificar a tiempo irregularidades contables, riesgos legales o desviaciones que podrían ser utilizadas por el comprador para renegociar (a la baja) la oferta. Si tú conoces los problemas antes, puedes solucionarlos o, al menos, explicarlos.

4. Separa los gastos personales

Uno de los errores más frecuentes en empresas fundadas por emprendedores es mezclar lo personal con lo profesional. Desde sueldos no reconocidos hasta alquileres ficticios o gastos personales en la contabilidad: todo eso será ajustado por el comprador… y no a tu favor.

5. Profesionaliza la gestión

Una empresa que solo funciona con su fundador al mando es una empresa con riesgo. Formar un equipo directivo que pueda continuar sin ti es fundamental si quieres que el comprador confíe en la continuidad del negocio tras la operación.

6. Resuelve cuestiones legales y de cumplimiento

Patentes, licencias, registros de marca, protección de datos, contratos laborales… Todo debe estar en regla. Cualquier incumplimiento detectado durante la due diligence puede suponer una reducción del precio o incluso hacer que el comprador se retire.

7. Mejora la presencia digital

Tu web, redes sociales y estrategias de marketing online son hoy tu carta de presentación. Si tu presencia digital es débil o está desactualizada, transmites una imagen poco profesional que puede reducir el interés del comprador o su percepción de valor.

8. Extiende los contratos con clientes

Los ingresos recurrentes son música para los oídos de cualquier inversor. Asegúrate de que los contratos estén vigentes, firmados y —si es posible— renovados por varios años más. Si además dependes demasiado de uno o dos grandes clientes, diversifica.

9. Revisa los contratos con proveedores y empleados

Contratos vencidos, mal redactados o acuerdos informales (como trabajadores fijos con contratos de autónomo) representan un riesgo jurídico. Identifícalos y soluciona estas irregularidades antes de sentarte a negociar con un comprador.

10. Plan de retención de empleados

Uno de los mayores temores de los compradores es perder talento clave tras la adquisición. Diseña un plan de incentivos para retener a los empleados clave y garantizar la continuidad del conocimiento y la ejecución durante la transición.


¿Merece la pena tanto trabajo si no estoy vendiendo?

Sí. Porque estas acciones no solo preparan tu empresa para una posible venta. También la hacen más eficiente, más profesional y mejor gestionada. Una empresa bien estructurada vale más. Pero además, funciona mejor.

Y si llega una oferta inesperada —como tantas veces sucede en el mundo real— estarás preparado para evaluarla desde una posición de fuerza, y no de improvisación.


Bonus: rodéate de asesores especializados

Contar con un asesor en M&A puede marcar la diferencia entre una negociación exitosa y un proceso frustrado. Su rol no es solo valorar tu empresa, sino ayudarte a presentar los números correctamente, anticipar objeciones del comprador y diseñar una estrategia de negociación coherente y ganadora.

Conclusión: vender una empresa no es un sprint. Es una maratón que empieza mucho antes del primer café con un potencial comprador. Y quienes se preparan con antelación no solo venden mejor… también duermen mejor.

cosas antes vender empresa

Fuente: Linkedin

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