Y todo subiendo

hucha.jpeg Cuando llegamos al final del año y sin saber si nuestros sueldos van a crecer, ya sea por encima o por debajo del IPC que esa ya es otra cuestión, empieza el jaleo de las subidas de precios y tasas de todo tipo que nos afectarán en un futuro cercano. Conviene darse cuenta que los precios suelen ser inflexibles a la baja, es decir, que es bastante difícil que bajen aún cuando haya condiciones para ello. Y encima hay una reforma fiscal en ciernes que también nos va a obligar a tomar decisiones en cuanto a nuestros ahorros, cada vez más escasos si se me permite la observación.

Mientras la patronal bancaria (AEB) prentende cobrarnos más en comisiones porque según ellos «los ingresos por comisiones deben crecer en la misma proporción que lo hacen los resultados«, lo cual no tiene ningún sentido y atenta a los más elementales principios de la libre competencia y aquello de dar más servicios por el mismo o menos dinero, también Renfe quiere subir el billete un 1,5% en los trenes de largo recorrido junto a otras medidas referidas a encarecer progresivamente la compra del ticket en ventanilla (3%) y vía web (2,75%). Cuestión ésta también muy difícil, imposible, de entender porque si ya nos están cobrando un servicio (el viaje) cómo se explica que además te carguen una comisión, llevado este comportamiento al absurdo es como si en un restaurante te cobran la comida más una comisión por haber ido. ¿Alguien lo entiende salvo que sea para enmascarar costes finales cobrados y, por tanto, engañar al consumidor haciéndole pensar que le ofrecen algo más barato de lo que al final resulta?.

Creo que todos estos comportamientos no tienen que ver con una correcta utilización de los recursos, una política comercial dirigida al consumidor ni una forma de entender una empresa como proveedor de servicios y mercancias al mejor precio. Todo esto es tratarnos como a limones que exprimir. Qué triste es el capitalismo mal entendido.

Enlace: El País.

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