Según anunció este lunes el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, a partir del uno de enero de 2017, unas 62.000 grandes empresas españolas tendrán la obligación de remitir a la Agencia Tributaria información sobre todas las facturas emitidas a sus clientes y remitidas por sus proveedores.
La Agencia Tributaria va a modernizar la gestión del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), a través del Sistema Inmediato de Información (SII), que permitirá agilizar las devoluciones, proporcionar al contribuyente los datos fiscales para su declaración y practicar las actuaciones de comprobación de manera más ágil y efectiva.
El sistema sólo será obligatorio para empresas de cierto tamaño, es decir, aquellas que facturan más de seis millones de euros. No obstante, las pymes y profesionales se podrán acoger de forma voluntaria. Para ello tendrán que registrarse ante la Agencia en este sistema durante diciembre del año anterior. Esta opción tendrá una validez mínima de un ejercicio fiscal.
Las compañías afectadas dispondrán de cuatro días desde que emitan o reciban la factura o el recibo para remitir a Hacienda la información fiscal. No tendrán que enviar una copia real de la factura sino de los datos fiscales: fecha y hora de emisión, NIF, importe de la operación e impuestos. También deberán precisar si la operación corresponde a inversiones o gasto corriente a efectos de determinar si es deducible. Además, habrán de detallar si se les aplica el IVA de caja, si la factura es simplificada o si pertenece a algún régimen especial.
De este modo, los contribuyentes que declaren IVA ya no tendrán que llevar un libro de registro de las facturas, sino que el libro se gestionará a través de la página web de la Agencia Tributaria.
Por tanto, con este nuevo sistema de gestión del IVA, Hacienda lo que espera es elevar la recaudación, así como reducir el fraude. Se opta por una mayor transparencia y agilidad.