La vida nos poner pruebas a lo largo de esta aventura tan fascinante que es la existencia. Como afirma Whitman: «La vida es desierto y es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña. Nos convierte en los protagonistas de nuestra propia historia«. La vida no es fácil aunque a veces, los libros de autoayuda nos intenten hacer creer que la felicidad puede alcanzarse a modo de un recetario.
Sin embargo, sí hay algo que sucede forma habitual. Ante el desempleo, la persona tiende a magnificar el hecho que le sucede, es decir, convierte el problema en una tragedia. Lo cierto es que no conviene minusvalorar la gravedad de un hecho pero tampoco se deben aumentar las consecuencias de un despido.
Por otra parte, también sucede que el ser humano tiende a minimizar su capacidad para hacer frente a esta decepción y resolver los problemas. De esta forma, es importante nutrir la autoestima, adquirir conocimientos de inteligencia emocional para obtener herramientas prácticas a la hora de buscar un nuevo trabajo.
El desempleo es un reto difícil de la vida pero como tal también ofrece la posibilidad de extraer un mensaje positivo. Cualquier trabajador que ha tenido una época de dificultad económica se fortalece emocionalmente, aprende a dar valor a aquello que de verdad lo tiene en el orden de la felicidad. Por ejemplo, ante un despido laboral un trabajador se da cuenta de quiénes son sus verdaderos amigos y quiénes siguen ahí a pesar de todo.
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