China lanza una advertencia global: represalias a países que firmen acuerdos comerciales perjudiciales con EE.UU.

El gobierno de China ha lanzado una dura advertencia a los países que estén considerando firmar acuerdos comerciales con Estados Unidos que comprometan los intereses del gigante asiático. La declaración, emitida por un portavoz del Ministerio de Comercio chino, subraya que Pekín está dispuesto a tomar represalias con determinación ante cualquier intento de aislarla en el marco de la guerra comercial reavivada por la administración Trump.

“China se opone firmemente a que cualquier parte llegue a un acuerdo a expensas de los intereses de China. Si esto sucede, China nunca lo aceptará y tomará contramedidas con resolución”, afirmó el portavoz en un mensaje que resonó con fuerza tanto en Asia como en las capitales europeas.

Nuevos aranceles, nuevas tensiones

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Donald Trump ha reinstaurado y ampliado una batería de aranceles contra productos procedentes de China, algunos de los cuales alcanzan ya el 145 %. Además, ha amenazado con elevar esta cifra hasta un 245 % sumando nuevas capas de impuestos. El objetivo declarado: incentivar la producción nacional y reducir la dependencia de productos extranjeros.

China, por su parte, no ha tardado en responder con un arancel del 125 % a bienes estadounidenses y ha prometido “luchar hasta el final” en este pulso comercial que ya está teniendo consecuencias visibles en los mercados financieros globales.

Países en la cuerda floja

La ofensiva diplomática y comercial de Washington ha incluido conversaciones con al menos 70 países para que impongan restricciones comerciales a China a cambio de exenciones arancelarias. Japón y Corea del Sur han sido los primeros en iniciar negociaciones formales. La semana pasada, una delegación japonesa encabezada por Ryosei Akazawa se reunió con Trump en Washington, mientras que Corea del Sur comenzará las suyas en los próximos días.

“Ciertamente, Japón no quiere tener que elegir entre Estados Unidos y la República Popular China”, advirtió Jesper Koll, analista de la plataforma de comercio japonesa Monex Group. Tokio obtiene aproximadamente un 20 % de sus beneficios del comercio con EE.UU. y un 15 % de China, lo que refleja la complejidad del equilibrio geopolítico en la región.

También India se encuentra bajo presión. El vicepresidente estadounidense JD Vance visitará esta semana el país con el objetivo de cerrar un acuerdo que evite la imposición de un arancel del 26 %. Vance ha señalado que también existe “una buena posibilidad” de alcanzar un pacto con el Reino Unido en las próximas semanas.

Editoriales encendidos y advertencias diplomáticas

El editorial del China Daily, portavoz oficioso del gobierno chino, lanzó la semana pasada una advertencia explícita a la Unión Europea, instándole a no caer en la “tentación de apaciguar” a Estados Unidos a costa de Pekín. Las autoridades chinas ven con preocupación una posible alianza comercial global liderada por Washington para aislarla económicamente.

“Ni el apaciguamiento traerá la paz, ni el compromiso ganará respeto”, sentenció el portavoz del Ministerio de Comercio chino, en una frase que ha sido interpretada como un mensaje directo a los socios tradicionales de Pekín.

Impacto económico y dudas internas en EE.UU.

Pese al discurso oficial, la política arancelaria de Trump ha generado dudas dentro y fuera del país. Los críticos advierten que repatriar la producción a Estados Unidos no será inmediato y que muchas industrias podrían tardar años, incluso décadas, en reubicarse. Mientras tanto, los consumidores ya comienzan a sentir el aumento de precios.

En respuesta a la caída de los mercados bursátiles, la Casa Blanca se vio obligada hace apenas unas semanas a pausar durante 90 días los aranceles para todos los países… excepto China.

Un pulso que amenaza con escalar

Con las dos mayores economías del mundo enfrentadas y múltiples países bajo presión para tomar partido, los analistas advierten que el conflicto comercial podría convertirse en un elemento estructural de las relaciones internacionales. La amenaza china de represalias económicas añade un nuevo nivel de incertidumbre para las naciones que dependen del comercio con ambas potencias.

La pregunta que se cierne sobre muchas capitales es clara: ¿podrán seguir navegando entre Washington y Pekín sin verse arrastradas por la tormenta? De momento, la respuesta parece inclinarse hacia una incómoda diplomacia del equilibrio.

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