Cuando nos acercamos a los artículos que hablan de economía y no somos expertos en la materia, es muy probable que nos encontremos con palabras o siglas que creemos estar interpretando bien, y que luego pueden significar otras cosas. Por eso en esta época de crisis en España, que por suerte parece querer comenzar a irse, vamos a hablar específicamente de dos elementos muy relacionados y que no todos conocen bien: la inflación y el IPC o Índice de Precios de Consumo.
La inflación, el IPC, y su interpretación
Aunque en términos generales cualquiera sabe que si los precios de las cosas suben todos los días es porque algo malo está pasando, interpretar la inflación y el Índice de Precios de Consumo no es para nada tan sencillo. Incluso, existen situaciones muy particulares en las que por la falta de liquidez de los ciudadanos, se produce una deflación, un fenómeno igual de peligroso que la inflación, y que tiene que ver con la bajada de precios.
Por eso es importante saber que en España la inflación se mide a través del Índice de Precios de Consumo, que es el parámetro que mide la evolución de los precios de los bienes y servicios que consume la población. Por supuesto, la idea es que sea lo más fiable y actualizado posible, y en nuestro país, a sus datos se suman los del Índice de Precios de Consumo Armonizado, que tiene como objetivo interpretar la inflación nacional con la de otros países.
El IPC resulta fundamental incluso a día de hoy para establecer el precio de cuestiones como los salarios, los seguros, o las rentas de alquiler, mientras que el IPCA tiene una afección mucho menos directa sobre los ciudadanos. De este modo, podemos tener más en claro cuál es el rol de cada uno de estos medidores que ayudan a comprender la existencia de inflación o deflación en España, más allá de lo que uno puede detectar en el mercado de su barrio.
¿Sabías que significaban inflación, IPC y IPCA antes de leer este artículo?