(Fuente El Periódico)
La vida académica de un catedrático me resulta desconocida, quizá por el escaso contacto que tuve con este gremio durante mi etapa universitaria, pero se deduce que parte de su trabajo consiste en investigar y elaborar sesudos estudios a cargo de vaya usted a saber quién. No es que desconfíe, en principio, pero conviene analizar caso por caso. Y después de ganarme alguna que otra enemistad paso al asunto.
Aparece un titular jugoso en El Periódico que dice «Más de 1.000 euros por catalán y año», lo cual no deja de ser llamativo puesto que puede referirse a cualquier cosa (lotería o langostinos), en referencia a la aportación neta que cada ciudadano residente en esa Comunidad realiza en función de sus impuestos y los bienes y servicios que recibe a cambio. Se trata de un remedo de balanza fiscal autonómica cuya imagen gráfica y primeras conclusiones ya son, de por sí, erradas.
Del mencionado estudio se desprende que el déficit fiscal catalán le supone un millar de euros a sus contribuyentes lo cual no debería ser nada llamativo: los ricos han de contribiur al bienestar común más que los pobres. A eso se le llama solidaridad y sobre ello se fundamenta cualquier sociedad moderna.
Quizá, vamos seguro, haya queja porque Cataluña ocupa el 5º lugar en cuanto a Comunidades más ricas (PIB en euros per cápita) mientras que en aportación se adelantan a un 3º. Para valorarlo debemos ser coherentes al manejar la situación y observar el sistema fiscal existente y no sólo fijar la realidad a través de las cifras. Navarra y Euskadi tienen sistemas tributarios propios (foral y por concierto respectivamente) lo que lleva a no poder hacer equiparables sus magnitudes con el resto. Es evidente que la Comunidad vasca aporta mucho menos, de hecho percibe cantidades netas, ya que las «cuentas» se realizan bilateralmente Gobierno Autónomo-Estado compensándose entre ellos por los servicios que uno u otro deriva o financia.
Por tanto, no cabe meter en el mismo saco a estas dos Comunidades. Descontadas Navarra y País Vasco, el ránking cambia sustancialmente ya que Cataluña ocuparía el tercer lugar en PIB y el tercer lugar, también, en aportación neta. Otra cosa es que se consideren poco o mucho los 1.000 euros y que destino tengan. Y otra bien distinta es que Cataluña, los catalanes y quienes allí vamos, tenga un retraso en infraestructuras que deba ser compensada. Pero no es la única.
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