Mañana tenemos el derecho y el deber de votar en las elecciones generales. POsiblemente parte de la inestabilidad y la volatilidad que hay en los mercados espñoles desde hace algún tiempo esté relaccionado con esto.
La bolsa siempre ha preferido conocer por anticipado los posibles resultados, la continuidad, las mayorías absolutas o las facilidades para negociar. Así es más fácil gobernar y se garantiza un buen desarrollo económico para el país en el futuro. Por el contrario las mayorías débiles, los gobiernos permanentemente enfrentados, la incertidumbre hasta la última papeleta son malos presagios para la evolución de la Bolsa.
Quien gane, habrá de tener en cuenta a actual situación económica, los tipos de interés, el precio de la vivienda, el empleo y el paro, etc y buscar solucciones realistas que no perjudiquen al resto de la economía.
El 9 de marzo se votarán las elecciones generales y a partir del lunes 10 analizaremos la respuesta que ha tenido este hecho en la economía nacional, en la Bolsa, en los trabajadores.