«Las ideas más importantes y que hacen historia son aquellas que aunque parecen sencillas pueden cambiar un concepto de utilización y tienen un consumo masivo durante muchos años.
Ideas tan sencillas como el Chupa Chups, un caramelo redondo con un palito o la fregona un soporte con tiras de algodón unidas a un palo cambiaron conceptos universales», dice Luis Burgos (Barcelona, 1965) al presentar una idea sencilla, poderosa, y que de ser aprovechada, significaría un ahorro sensible para empresas y consumidores.
Luis Burgos posee una holgada experiencia como ingeniero, diseñador, mecánico y empresario. Sin embargo, su mayor pasión es innovar. Muestra de ello son las 118 ideas que ha patentado. Entre ellas un reparador de discos compactos, otro para pegar discos adhesivos en cds, un disco de freno gigante con pinza invertida, un dispositivo de freno para motos y un disco flotante de un solo apoyo.
En esta ocasión, Luis Burgos presenta una patente que significaría un ahorro en el envase para la industria alimenticia, grandes beneficios para el consumidor y una reducción del desperdicio de alimentos: una tapa de plástico, hermética al 100%, todo un sistema que permite la apertura, segura y sin desperdicios, de cualquier paquete o brik que contenga productos sólidos o granulados, ya sea alimentos o comida para animales, si bien su aplicación en productos de limpieza y otros químicos, permitiendo su manipulación segura.
El sistema de apertura u cierre hermético propuesto por Burgos no es un artículo menor. Se trata de una asignatura pendiente de la industria del envasado. Hasta ahora, es responsabilidad del consumidor la apertura de cajas y envases, con cortes y roturas que obligan al desperdicio de alimentos y productos y su daño por el ingreso de aire y humedad. El uso de pinzas para la ropa y otras soluciones temporales no son suficientes, y en esa necesidad, en ese nicho de mercado aterriza el sistema de cierre de Luis Burgos.
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