Siempre manifestamos en este sitio que España ha sido uno de los países más fuertemente golpeados por la crisis financiera internacional originada en Estados Unidos, y luego de algunas amenazas de Bruselas al respecto, la última novedad indica que el país ha experimentado un profundo decrecimiento en las subvenciones que ofrece a sus firmas.
El caso es que si bien las subvenciones públicas de España han sido cada vez menores en los últimos tiempos, no se trata de la única industria golpeada, más allá de que sí es la que peor ha sentido este simbronazo. Por caso, se especifica que de los 8.023,4 millones de euros que repartieron estas subvenciones, apenas el 38% fue a parar a firmas nacionales.
Si tenemos en cuenta que buena parte del resto del dinero fue directamente a parar a las arcas de autónomos, cooperativas, fundaciones, partidos políticos, sindicatos, federaciones y demás, que normalmente no necesitan en los mismos términos de estas subvenciones, pues está más que claro que las compañías comerciales han sido las más perjudicadas en todo el país.
Si consideramos además la tasa interanual, las estadísticas indican que el importe concedido a las empresas cayó un 24,9% de acuerdo a los niveles que se habían mantenido entre los años 2008 y 2011, cuando la crisis, si bien había afectado, todavía no se había hecho sentir tan fuerte en este segmento de la industria nacional.
Por otro lado, si sumamos a ello las restricciones que se mantienen para acceder al crédito bancario y el incumplimiento de los pagos de muchos de los que en su momento tomaron dinero prestado, el caso es que un gran número de empresas nacionales se ve cada vez más acorralada por el sistema, y como es evidente, el Estado no puede ayudarlas.