Con la entrada del año son muchas las empresas que, si bien no la primera semana porque en España seguimos de vacaciones esos primeros días del mes, sí a partir de retomar las riendas del trabajo una vez ha pasado Reyes, en nuestro caso y en este año sería hoy. Y es cuando los empresarios pueden pensar en nuevos objetivos para la empresa, en hacer balance para saber si se han cumplido los anteriores objetivos y crear nuevos.
Normalmente los objetivos, una vez cumplidos, impulsan a la empresa hacia delante, no hacia atrás, con lo cual los siguientes objetivos que se plantean suelen ir un paso más allá de lo que se haya conseguido en un principio. Éstos suelen plantearse, no en base a lo que queremos llegar con la empresa sino también a la evolución de la misma.
Por ejemplo, si la empresa está asentada en un barrio, un objetivo a cumplir o intentar cumplir no sería llegar a ser conocida en todo el país sino que debería ser conocida antes en base a la ciudad donde está asentada, no solo el barrio en donde está.
Los objetivos a plantearse para el nuevo año han de ser a corto plazo (por supuesto, también puedes tener objetivos a medio y largo plazo), de tal manera que sean objetivos que se puedan cumplir en un plazo de menos de un año, ya que ese es el tiempo de los objetivos a corto plazo.
Entre ellos normalmente la subida de beneficios, ventas o llegar a más clientes son algunos de los planteamientos de los empresarios, más si son empresas de reciente creación que aún necesitan crecer y ser más conocidas para poder asentarse en el mercado laboral y hacer frente a los percances que puedan ocurrir.