La ansiedad es una emoción normal y lógica que muestra, sencillamente, una adaptación al cambio. Sin embargo, muchas personas viven con miedo los procesos de cambio que se producen dentro del entorno laboral. Por ello, es importante estar preparado para la jubilación, es decir, no esperar hasta el último momento para asimilar esta noticia que es inevitable en la vida de cualquier trabajador.
Existe un libro que refleja de forma clara cómo la jubilación puede vivirse con total amargura y tristeza. Se trata de La Tregua, un libro de Mario Benedetti que resulta de lo más interesante ya que está escrito a modo de diario. Por tanto, tiene una visión muy real en tanto que el protagonista escribe su angustia, sus preocupaciones y su sufrimiento en primera persona.
Sin embargo, vale la pena pensar en la motivación para la jubilación analizando el agotamiento acumulado a lo largo de toda una vida laboral. Y es que, al echar la vista al pasado, es posible rememorar todos los fracasos, revivir los éxitos, las decepciones en el trabajo, las situaciones de desempleo… La jubilación es ese horizonte de paz y de bienestar que puedes encontrar en tu vida, siempre que tú te permitas disfrutar anímicamente de ese estado emocional.
La jubilación vivida con calidad de vida (algo muy posible en una sociedad en la que se viven muchos años) es tu ocasión para hacer planes con los amigos, para viajar, para apostar por la felicidad, para brindar por el presente, para cumplir tus sueños o incluso, para volver a estudiar. La jubilación no es el estado de la vagancia sino una vida sin horarios ni estrés laboral.
Imagen: El Mundo