A los futboleros les encanta esa última jornada de Liga con los equipos jugándose el todo por el todo a la misma hora, con las aficiones al borde del infarto mientras bailan los resultados favoreciendo a unos u otros como si todo dependiera del capricho de los dioses. Reconozco que no hay mejor manera de despertar el interés por un acontecimiento y también decía Hitchcock que las películas deben empezar cun un climax y seguir hacia arriba, más o menos. Pero no siempre deben ser así las cosas.
En asuntos fiscales la cosa debería ser más seria y no hacerse todo a última hora porque todo puede salir de cualquier manera. No contentos con aprobar el último Plan Contable quince minutos antes del día en que entraba en vigor, han necesitado diecisiete meses para aprobar el modelo de Impuesto de Sociedades en el que reflejar el susodicho Plan Contable fiscalmente hablando, apenas un mes antes del inicio del plazo de presentación y sin que a día de hoy esté disponible el programa de ayuda.
No parece buena forma de hacer las cosas ni contribuye a la seguridad económica ni jurídica. Habrá quien piense que tampoco es para tanto, que ya deberíamos tenerlo todo preparado y que en poco tiempo se puede completar el impreso sin problemas. Eso sería cierto si sólo hubiera que hacer eso y no coincidiera también con el resto de declaraciones fiscales más el depósito de cuentas en pleno verano. Y aún así les digo a los incrédulos que todo saldrá adelante.
A pesar de todo, a pesar de todos.