Hay una pequeña «guerra» entre los operadores bursátiles a nivel mundial que me tiene interesado desde hace tiempo porque se parece un poquito al sálvese quien pueda buscando mayores cuotas de negocio.
Generalmente saltan a la palestra las ofertas de las principales bolsas mundiales para adquirir o fusionarse con otras, es el caso de las estadounidenses con la de Londres o, mirando más hacia adentro, las dificultades, penalidades y pequeños intentos de las bolsas españolas (BME) por conseguir una migajillas de la tarta mundial de operaciones bursátiles.
Y en este panorama no valen tradiciones ni recorridos anteriores sino sólo el dinero, quien más ofrece más consigue. Si un operador dubaití pone más oferta sobre la mesa puede quedarse con la bolsa sueca, OMX, aunque sea enfrentándose al Nasdaq. Seguiremos con atención estos movimientos.