¿Cómo adaptarte a la rutina después de la Navidad? La adaptación remite a un periodo en el que poco a poco te vas acostumbrando a los nuevos hábitos y costumbres de la rutina laboral. Es evidente que nadie necesita acostumbrarse a las vacaciones ni al descanso. Por ello, por pura lógica, el trabajador está tan contento un viernes por la tarde cuando sabe que tiene fiesta el fin de semana y se dispone a disfrutar de planes.
Pero sí conviene puntualizar, que existen personas adictas al trabajo o que tienen pocas relaciones sociales para tener planes, y por ello, también prefieren trabajar a estar de vacaciones. Más allá de esta cuestión, la Navidad es una época de muchas reuniones familiares, de grandes comidas y planes. ¿Cómo adaptarte después de unos días libres al nuevo año?
En primer lugar, pensando en todo lo positivo que te reporta la rutina. Por ejemplo, tienes más tiempo para ti mismo, ya no tendrás que reunirte con ese familiar con el que no te llevas del todo bien… Por otra parte, el 2012 viene cargado con los propósitos del nuevo año. Propósitos que deben ser un estímulo positivo para ti.
Al volver al trabajo también recuperas la ilusión de tener un horario. El cuerpo humano está mucho mejor cuando tiene unos horarios fijos que no en medio de la flexibilidad de las vacaciones. Esta es una de las razones por las que el ocio excesivo se puede volver en tu contra. Del mismo modo, la pereza termina causando cansancio. Lo que más cuesta al volver de las vacaciones es levantarte de la cama cuando suena el despertador. Una vez superado ese instante, ya tienes mucho a tu favor. Pon sentido del humor, y disfruta de la vuelta al trabajo.
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