Comunicación: conversaciones públicas y privadas. Se habla mucho de comunicación, de hecho, hoy día están de moda los cursos que se imparten sobre esta cuestión. Sin embargo, nunca se sabe lo suficiente sobre algo tan básico en apariencia como escuchar.
En primer lugar, atender bien al otro implica estar presente. Es decir, estar aquí al cien por cien y no pensando en los recados que tienes que hacer, en el conflicto que has tenido con tu pareja, o en otras tantas cosas de este tipo. Por otra parte, también conviene entender que en una conversación existen elementos públicos (aquello que comunicas al otro) y también, elementos privados (pensamientos que guardas para ti y que no te atreves a exteriorizar en voz alta).
En más de una ocasión, el hecho de no exteriorizar dichos pensamientos, es decir, de no atreverte a mostrarte tal y como eres frente al otro te hace sentir malestar en forma de rabia y enfado contigo mismo. Este tipo de pensamientos también queda reflejado en el diálogo interior que tienes contigo mismo. Un diálogo interior que puede potenciarte en tu carrera laboral en caso de que sea positivo o que puede hacerte no brillar en caso de que sea negativo.
Muchos empleados tienen problemas de comunicación con su jefe porque no se manejan bien con el concepto de autoridad, tienen problemas de autoestima o no entienden bien el comportamiento de la otra persona. Por supuesto, merece la pena aprender a vivir en positivo y con menos miedo.
Imagen: Magali Delgado