Una empresa es un grupo formado por un equipo, sin embargo, la realidad es que en más de una ocasión, se deben asumir responsabilidades a nivel individual. También en relación con cómo afrontar un conflicto. Es decir, no se debe delegar en manos de terceros el aprendizaje propio vinculado con la inteligencia emocional. ¿Qué es la IE?
La capacidad de manejar y comprender las propias emociones y también las de los demás, para poder gestionarlas de la forma adecuada y mejorar de este modo, las relaciones laborales. Y es que, las emociones también interfieren en los negocios y en la empresa: la ilusión, la alegría, la satisfacción, la frustración, la tristeza, el fracaso…
Las emociones son la respuesta ante un estímulo externo, es decir, es un efecto derivado de una causa concreta. Ante un ascenso laboral se puede sentir alegría o también, ansiedad por el exceso de responsabilidad. Cada persona se toma una situación de una forma diferente. Por otra parte, ante un despido laboral también es posible sentir tristeza o incluso, liberación en caso de que el trabajador estuviese deseando cambiar de empleo.
¿Cómo es posible mejorar el nivel de inteligencia emocional? En primer lugar, a través de cursos de formación o también, leyendo libros de autores tan positivos como Daniel Goleman. También existen otros autores de libros de psicología como Jorge Bucay. La vida laboral es mucho más gratificante cuando vives al compás de sentimientos agradables en vez de desagradables. Dos de las emociones más desagradables en el ámbito laboral actual son el estrés y la ansiedad.
Emociones que crecen como la espuma en plena crisis económica. Por ello, vale la pena aprender a manejar las emociones a través de la Inteligencia Emocional.
Imagen: Hacia el empleo
