Esta gente con proyección pública tiene malos asesores de imagen y el presidente de la CEOE los tiene malísimos. Cuando uno lanza una propuesta tan atrevida como la de que los trabajadores deberían bajarse el sueldo un 1% hay que ir dando ejemplo y exhibir el compromiso de la renuncia a esa misma parte o más. Y así no sólo parecería chulo sino además valiente y cumplidor el buen señor Díaz Ferrán.
Se puede leer en casi todos los medios que según Díaz Ferrán a base de bajarse el sueldo se desbloquearían casi todos los convenios colectivos. Podemos deducir que para la patronal, la negociación colectiva no es sino el bazar donde se puja por las retribuciones casi en exclusiva ya que no parece haber más obstáculos que esa exigencia.
De sus palabras también se deduce que sin la patronal el gobierno va a estar muy perdido para salir de la crisis aunque lo que hace falta son tanto un árbitro externo como seguir los consejos de las entidades financieras. ¿Para qué entonces se necesita a la CEOE? Para poca cosa diría yo si sólo saben lo que dicen.
Empezábamos hablando de gestos al principio de este artículo y en ellos radica la solución. Un irrisorio 1% de un sueldo bruto de 1.000 euros apenas suponen 10 euros junto a unos 3,5 euros por las cotizaciones (simplificando al extremo) de coste arriba o abajo. No creo que ninguna empresa se hunda por estas cantidades cuando además la enorme mayoría de entidades tienen como mucho dos empleados. Y, sin embargo, que los salarios se retraigan cuando además apenas han crecido en la época de vacas gordas supone un gesto muy negativo cara a las expectativas de los trabajadores. La consecuencia sería una reducción aún mayor del consumo y también del ahorro. Más problemas.
¿Quién cree este señor que tira del carro cada día?.
