En estos tiempos marcados por el acoso de las hipotecas y el Euribor en los que es difícil sacarle rendimiento a sueldos mil o seiscientoseuristas conviene mantener la cabeza fría a la hora de valorar y tomar decisiones en cuanto a la renta que disponemos y los gastos que debemos hacer frente por obligación o por gusto.
Para ayudarnos siempre hay quien pone sus ideas y experiencias en un libro o en la web a través de consejos, quizá llamándolos leyes como en este caso de manera excesiva a mi juicio, que nunca hay que desdeñar. Tampoco son normas para nadar en la abundancia, al menos a corto plazo y dependiendo del nivel de ingresos de partida, pero sí pueden servir de guía para sacar conclusiones y buenos hábitos de administración de nuestras nóminas.
Estas «leyes» serían según Fred Siegel las siguientes:
– Pagarse a uno mismo;
– Establecer presupuestos;
– Que el dinero trabaje por nosotros;
– Protegerse contra las pérdidas;
– Nuestra vivienda es una inversión;
– Planear la jubilación con antelación suficiente, e
– Incrementar nuestra formación como paso para tener mayor potencial de ganancias.
Dice un refrán que «consejos doy que para mí no tengo» y quizá pueda aplicarse a este caso pero meditándolo sosegadamente podemos extraer como conclusión que si vemos que las cosas no funcionan necesariamente debemos cambiarlas empezando por nuestra propia mentalidad. A mí algunas de estas ideas me parecen interesantes aunque otras no tanto, ¿y a vosotros?.
Vía: negóciame.
Oscar Wilde: «Aconsejar economía a los pobres es a la vez grotesco e insultante. Es como aconsejar que coma menos a quien se muere de hambre«.








