El interés por los Juegos baja, pero su publicidad aumenta

beijing1.jpgUna encuesta realizada en Mayo pasado, citada por Cinco Días, señala que el interés por seguir los Juegos Olímpico en Beijing ha descendido casi un 15% en comparación con los Juegos de Atenas. Y a diferencia de lo que ocurrió con otras sedes (como en Barcelona, cuyas justas sirvieron como pretexto para la reinvención inmobiliaria), el impacto económico sobre Beijing será nulo: no se prevé ningún cambio en la tendencia bajista sobre la economía China, que de crecer a un ritmo sostenido del 10% en los últimos diez años, pasará a un 9% en el último trismestre.

A contrapelo de estos datos, nos encontramos con la incursión más impresionante y profunda de la publicidad en el deporte olímpico: sólo para evitar la irrupción de «publicidad pirata«, el gobierno Chino retiró 30 mil anuncios en los 20 kilómetros alrededor de las sedes.

The Olympic Top Partner (compuesto por 12 grandes empresas) ha invertido más de 560 millones de euros en los Juegos (en Atenas sólo fueron 390), 12 empresas que no pueden realizar ninguna publicidad en los estadios, pero que cuentan con las ciudades a sus anchas para la exposición de sus marcas.

El 70% de los chinos ha declarado que consumiría cualquier marca relacionada con los Juegos. La que se ha llevado la mayor tajada ha sido General Electric: dotó a los gesta de infraestructura y energía, y los chinos le agradecen con más de 400 proyectos en el interior del país.

Sin embargo, estos Juegos están condenados a ser recordados por una publicidad mucho más económica: las protestas contra la represeión en el Tibet que sufrió la antorcha olímpica en su recorrido por el mundo.

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