Los héroes que crean los medios son, por lo menos, extravagantes y contradictorios, y se adaptan a los tiempos que corren: ya no celebramos al descubridor de alguna vacuna milagrosa y los alpinistas que pierden los dedos en el Everest no hacen bostezar. No: lo que mola ahora es robar banco.
Pero no, no aplaudimos a cualquier gansterillo de pasamontañas y gatillo nervioso. Vamos con la moda y las noticias, y leemos y nos ponemos de pie, y nos quitamos el sombrero ante un asaltabancos que ha hecho del método subprime y las empresas fantasma su escuela: Enric Dura, llamado por los periódicos “el Robin Hood de los bancos”.
Refugiado en “algún lugar de Latinoamérica”, Dura publicó e importó para su distribución en Cataluña un diario donde, tras definirse como “un activista antisistema”, narra cómo, usando una empresa ficticia, solicitó créditos por 492.000 euros (500.00 al día, una vez sumados los intereses por mora).
Sin aval ni garantías, desde 2006, Dura defraudó a una lista de bancos españoles que incluye a BBVA (39.070 euros), La Caixa (12.300 euros), Caja Madrid (29.200 euros) y Bankinter (31.000 euros). También cayeron bancos extranjeros: Deustche Bank, Barclays y Citybank.
Dura, quien promete volver a Barcelona en breve para demostrar la segunda parte de su plan (primero, que la banca manejaba recursos sin discreción ni responsabilidad; segundo, que prefiere perder su dinero al escándalo), asegura haber destinado el monto conseguido en proyectos sociales.
No os vamos a dorar píldora: el tío es un ladrón, pero ¿a que habéis sentido un cosquilleo de envidia?
Fuente | Público
