¿Mejor ser jefe o empleado? Muchas personas idealizan desde fuera el rol del jefe. Un rol que se asocia con mandar, con hacer poca cosa, con el prestigio social y la popularidad. Lo cierto es que este mito no tiene nada que ver con la realidad. En primer lugar, para mandar, hay que saber hacerlo. Pero además, también sucede que ese prestigio social que a veces se deriva de una buena posición laboral, se pierde después de haber perdido dicho trabajo.
De este modo, muchas personas descubren quiénes son sus verdaderos amigos en un momento de dificultad. Y es que, al final, desde un puesto de poder también se tienen muchas relaciones basadas en el mero interés.
¿Es mejor ser jefe o ser empleado? Lo cierto es que ninguna cosa es mejor que otra en tanto que ambas funciones son totalmente necesarias dentro de la empresa para que una entidad funcione con orden, organización y coherencia. Se trata de roles que son complementarios ya que el puesto de jefe no tiene ningún sentido sin los empleados.
Por otra parte, al final, es una suerte trabajar en una empresa en la que existe un jefe eficaz, que tiene un carácter amable y cercano ya que, en ese caso, la obligación se torna más agradable. Además, también conviene puntualizar que existen muchos tipos de empleados diferentes y no todos tienen el mismo nivel de compromiso con el trabajo que hacen. Es decir, no se esfuerzan del mismo modo, ni tampoco intentar superarse a sí mismos.
El papel de jefe implica muchas más preocupaciones. Pero tanto el jefe como un empleado, debe de intentar dar lo mejor de sí mismo.
Imagen: AdcitaMente