Una de las cosas más difíciles que tienen que tener en cuenta las personas a cargo de empresas con buena cantidad de personal por debajo suyo, está directamente relacionada con el tratamiento, o la gestión como se le llama en este campo, de los talentos que forman parte de la compañía, a fin ni sólo de mantenerlos dentro de ella, sino también de sacarles todo el provecho que sea posible.
Lo primero que tenemos que preguntarnos, en este caso, es cuál será el objetivo de la persona encargada del tratamiento del talento dentro de la firma, muchas veces quien está a cargo de los recursos humanos, siempre partiendo de la base de aquellos fines más generales de las empresas, como incorporar, desarrollar y retener talentos.
Fuera de ello, entonces, existen ciertos elementos que debemos considerar como objetivos importantes en estos casos, comenzando por la selección y atracción de talentos con base en las competencias que estamos necesitando, lo que en principio requiere de que hagamos un trabajo de campo exterior, para el que podemos contar con ayuda, que nos permita reconocer fuertes y futuros talentos fuera.
En segundo término, también es importar lograr un desarrollo para otorgar a cada uno de los colaboradores las funciones adecuadas, y aquí podemos encontrarnos con dificultades en vista de que muchas veces llegan nuevos talentos que se desenvolverían bien en puestos que ya están ocupados, y por terrible que sea, a veces conviene cortar algunas cabezas por el bien de la compañía.
Finalmente, es importarte también trabajar en lo que se denomina sucesión dentro de este campo, lo cual tiene que ver con asegurarnos de que las personas que se encuentran por debajo nuestro, esos pequeños talentos que comienzan a hacer su camino, actúen y se sientan como dueños de la compañía, para que luego les sea más sencillo tomar las decisiones que sus cargos requieran.