En una empresa hay diferentes sectores y en cada uno de ellos trabaja un grupo de personas que pueden o no interactuar entre ellas. Ahora bien, muchas veces cuando ponemos a trabajar a varias personas en un mismo tema, es decir, montamos un grupo, no nos percatamos si lo que hacemos es formar un grupo o un equipo y en ocasiones esa falta de distinción es lo que provoca que no haya resultados satisfactorios.
Un grupo de trabajo es un conjunto de personas pero, a pesar de que trabajan juntas, no se sienten ligadas unas a otras, o lo que es lo mismo, trabajan para un fin que no lo ven como suyo ni como parte del grupo.
Sin embargo, un equipo de trabajo es aquel grupo pequeño de personas que mantienen un contacto permanente, estrecho, y realizan una acción coordinada. En este caso sí que comparten los objetivos y todos ellos aportan al equipo lo mejor de ellos. Por ejemplo, si uno es bueno con el papeleo se ocupará de esa tarea, si otro es mejor para las relaciones formales será el portavoz. etc.
Una de las características de los equipos de trabajo, algo que los diferencia de los grupos es que tienen plena confianza en los miembros, es decir, que no van a criticar ni a ser subjetivos en sus opiniones, son como un todo.