Hablar en público: miedo al ridículo

Hablar en público: miedo al ridículo

A nivel laboral, existen muchas situaciones en las que la persona debe afrontar un miedo universal: hablar en público. Así sucede en caso de dar una ponencia, una charla, una conferencia, una reunión de trabajo, una entrevista laboral, apariciones en la prensa (en caso de trabajar como periodista o escritor)… ¿Qué denota la sensación de miedo al ridículo?

1) En primer lugar, muestra que el ser humano es vulnerable ante las críticas. Se siente débil e indefenso ante la opinión que puedan tener los demás. En ese caso, es mejor aprender a vivir con optimismo y tener confianza en uno mismo. Es decir, debes creer en ti para que los demás, tengan el mismo nivel de certeza en tu trabajo como orador.

2) Por otra parte, tener que hablar en público, a veces, pone a la persona frente a sus propias carencias. Y es que hay personas que no tienen un buen dominio del lenguaje verbal o corporal. Un perfecto orador es aquel que tiene un buen dominio de la retórica. Por suerte, las carencias se compensan a través de la práctica y de la formación.

3) A la hora de hablar en público, es fundamental pensar que aquello que transmites es positivo y que puedes aportar algo bueno a los demás. De lo contrario, si tú te aburres con aquello que dices, quienes te escuchen, también lo harán.

4) Todo el mundo tiene miedo al ridículo aunque sea en mínimo grado. Pero la única forma de superar dicho temor es afrontarlo con valentía. Por ejemplo, un profesor de universidad puede tener pánico escénico el primer día. Sin embargo, con el paso de los meses y de los años, se relaja y disfruta con aquello que hace.

Imagen: Psicología La guía 2000

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