Un escritor necesita documentarse en Venecia durante un período largo de tiempo, unos seis meses, por lo que necesita vivir allí. Evidentemente un hotel, aún de bajo nivel, supone un coste desmesurado dadas las circunstancias. En auxilio del escritor acude una amiga suya que conoce a un matrimonio con casa en la ciudad de los canales que necesita una residencia en la misma ciudad en la que nuestro protagonista tiene su vivienda. Ambos están salvados y se benefician del intercambio temporal de sus respectivas residencias.
Este ejemplo real, siento no recordar al escritor en cuestión, me sirve para meditar sobre este asunto en dos vertientes: por un lado desconozco si ya existe algún tipo de iniciativa que cubra esta situación. Y por ello pido ayuda a mis amables lectores, que decían los clásicos del periodismo.
Por otro, me parece que si no existe deberíamos inventarlo o intentarlo, quien tenga conocimientos para ello. Cada vez hay más personas que cambian de país o lugar de residencia ya sea por trabajo, turismo, motivos académicos o documentarse para escribir una novela o un guión de cine. Puede haber mercado.
