Hace sólo unos días, compartí con los lectores de Zona Empresas un artículo sobre la necesidad de construir un ambiente humano en las empresas en beneficio del propio rendimiento económico. Puesto que la motivación es mayor en un entorno en el que los trabajadores se sienten útiles y capaces de superarse a sí mismos. Precisamente, cuando un trabajador recibe el reconocimiento adecuado por parte de su jefe siente una ilusión especial con la labor que realiza puesto que se siente parte de un proyecto con valor de futuro.
En este sentido, como bien muestran los expertos en inteligencia emocional, la comunicación tiene un protagonismo especial para lograr este objetivo. Sin embargo, existen dos palabras esenciales en el ámbito laboral igual que en la propia vida: gracias y lo siento.
Un verdadero jefe es aquel que descubre el efecto que el agradecimiento produce en un trabajador. De hecho, existen diferentes formas de motivación. A veces, es verdad que un aumento de sueldo puede ser importante. Sin embargo, muchos trabajadores prefieren estar en un ambiente en el que se sienten bien aunque ganen menos dinero antes que en un trabajo en el que ganan un gran sueldo pero no se sienten valorados y reconocidos.
Por otra parte, y como bien me enseñaron en un curso sobre coaching, el jefe también debe disculparse cuando sea necesario. Somos humanos, por tanto, el ser humano experimenta cambios en su estado de ánimo. Pero está claro que también tenemos la capacidad de corregir nuestros errores mediante una disculpa cuando hemos sido injustos con otra persona. Sólo así es posible recuperar el equilibrio en el seno de una relación laboral. De lo contrario, a veces, acumulamos en silencio malos entendidos y rabia.
Imagen: Jano