Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, se ha puesto como meta reforzar los vínculos entre la ciudad y el país asiático. Es por eso que aporvechó su estadía en la populosa Shanghái para promocionar su ciudad en todas las ocasiones posibles.
Hereu se refirió a Barcelona como una ciudad llena de «oportunidades», multicultural y con «proyección internacional», buscando tentar a empresarios interesados en desembarcar en la capital catalana.
La idea no es mala, si se tiene en cuenta la enorme cantidad de oportunidades y posibilidades que ofrece el mercado chino en cuanto a negocios y turismo.
Evidentemente Hereu no ha actuado solo. Ha contado con el apoyo de la Cambra de Comerç, Turisme de Barcelona y la Autoritat Portuària.
Hasta el próximo jueves continuarán las actividades en el marco del Business Bridge con el que se pretende tentar a empresas chinas a invertir en Catalunya y para fomentar también la presencia catalana en Asia.
Unas cuarenta empresas están participando en la misión. En cuanto a los rubros los mismos son diversos y van desde decoración, inmobiliarias y consultorías, hasta grupos de restauradores barceloneses.