Loterías premiará con una comisión del 4% a aquellos puntos de venta que incentiven a sus clientes a jugar por internet

La iniciativa llevada a cabo por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae), orientada a ganar usuarios online, comenzó el julio pasado. El tríptico que aparece en numerosas delegaciones de lotería tiene el siguiente lema “Disponemos de recursos que queremos compartir. La página de venta online de Loterías, desde ahora también es la suya».

Fuente: es.wikipedia.org/
Fuente: es.wikipedia.org/

No obstante, esta idea no ha sido muy bien acogida, siendo el rechazo más intenso por las administraciones de lotería que por los puntos mixtos (establecimientos con otra actividad principal que comercializan los productos de Selae por terminal). Incluso la comisión del 4% del importe de la jugada no les ha hecho cambiar de opinión, pidiendo la Plataforma independiente de Loterías y la Federación Nacional de Receptores Mixtos (Fenamix) que ascienda a un 5,5 o 6%.

Sin embargo, por otro lado, la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado alega que desde que se iniciara la venta online (excepto para Lotería Nacional) en 2005, es la primera vez que se da comisión a la red, al establecerse la obligación de elección de un “punto de venta amigo” por parte de los usuarios.

En mi opinión, esto es una muestra más de la inevitable  “revolución tecnológica” en la que nos encontramos inmersos. Es entendible la posición de las asociaciones antes mencionadas, en cuanto al miedo de perder clientes en los establecimientos y a que sea una medida transitoria “el punto de venta amigo” y con el tiempo les quiten tal comisión; también hay que decir que esta nueva forma de negocio puede captar más clientes, y como se trata de una Sociedad Estatal, puede que suponga un aumento de las arcas del tesoro, del dinero público.

Esto es el siglo XXI, y hay que adaptarse o morir, obviamente va a haber un público sobre todo más adulto que siga comprando en establecimiento, y también obviamente perderán clientes, pero no hay elección, el mundo tecnológico es un ola enorme, y hay dos opciones, o surfeas y disfrutas de ella, o te hunde hasta el fondo del mar.

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