Antes de analizar cualquier dato y movimiento macroeconómico que se esté produciendo en estos momentos debemos tener en cuenta un dato fundamental: Alemania está en campaña electoral. Con esta clave deberemos leer muchos de los movimientos y muchas de las noticias que están llegando hasta nosotros en las últimas horas.
Merkel y los impuestos
En esa clave electoral debemos incluir la postura señalada por la canciller alemana Ángela Merkel, que ha dado un rotundo no a una posible subida de impuestos. Según la argumentación empleada, cualquier subida de impuestos en estos momentos puede suponer una amenaza para la estructura industrial alemana que podría sufrir una fuga a los países con impuestos más bajos, en referencia a los países del Sur de Europa.
El FMI también ha entrado en la campaña electoral
El Fondo Monetario Internacional también ha entrado en la campaña electoral alemana, y lo ha hecho a través de su reciente informe sobre la deuda griega. Este documento ha vuelto a poner nerviosos a muchos al poner nuevamente de actualidad el debate sobre la reestructuración de la deuda, un asunto del que por el momento se niegan a debatir tanto la canciller alemana como el Banco Central Europeo.
Reestructuraciones bancarias
En medio de este descomunal desconcierto que se ha convertido la Unión Europea, se han conocido hoy mismo las declaraciones de un alto funcionario de la UE afirmando que los depositantes y los tenedores de bonos con alta prioridad de pago deberían estar protegidos contra las reestructuraciones bancarias, ya que deberían ser los accionistas y los tenedores de bonos con baja prioridad de pago los que deberían llevar el peso (es decir, pagar las consecuencias económicas) de la reestructuración, afirmando que deben estar dispuestos incluso a perderlo todo