Como en una subasta, pero a la inversa, cada día asistimos al «Quién da menos» al crecimiento de la lastrada, maltratada y reticente economía española. Un debate en el que hemos pasado del 3% al 2%, hasta el 1,7% que en su última previsión nos endilgó el FMI. Morgan y Stanley no quiere desaprovechar la oportunidad de hacer vaticionios, y ayer naseguro que el crecimiento de nuestra economía será de 1,2% para este año y 0,8% para el 2009.
Sorprendentemente, unas horas después, los representantes del banco hicieron un recorte de su propias estimaciones y nos dieron sólo un 0,5% de crecimiento estimado para el próximo año. Menos de la mitad de lo que pronosticaba el FMI.
El Fondo Monetario Internacional había brindado hasta el momento la visión más pesimista sobre el desenvolvimiento de la crisis crediticia española, y cifraba el crecimiento para el 2008 en un 1,7% y un 1,2% para el 2009, debido a un sector industrial incapaz de tomar el relevo del ladrillo como motor de la economía, un sistema bancario asaltado por la morosidad y una tasa de desempleo que podría rozar el 12% el próximo trimestre.
El único respiro que el banco de inversión estadounidense nos brinda es una baja en su estimación de la inflación: 4,7% para este año y 3,7% para el 2009, ambas estimaciones por debajo de la estimación oficial.
