No pagar o no declarar

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aeat1.jpegEn el titular de Cinco Días se aprecia un posible error al cruzar dos términos no necesariamente equivalentes como es tributar y declarar, conceptos que conviene tener claro para no perder, hipotéticamente, algún dinerillo que siempre viene bien. Pero vayamos por partes.

Por un lado, cabe señalar como positivo que cerca de 1,8 millones de contribuyentes van a dejar de tener la espada de Damocles de la dichosa declaración de la renta para el año que viene. Este efecto es fruto de los incrementos en los mínimos personales y familiares más la reducción por rentas del trabajo. Vemos, por tanto, un efecto positivo de la reforma fiscal y que eliminará la carga fiscal indirecta que supone realizar la declaración.

Sin embargo, se desprende un mensaje que no es del todo correcto a mi modo de ver y es que se piense que todos estos ciudadanos simplemente no van a tributar porque habrá que estar atentos al reglamento sobre retenciones que saldrá en breve. Y es que Hacienda viene pretendiendo que las retenciones del IRPF aplicadas en nuestras nóminas sean las justas para que después no sea necesario hacer la correspondiente declaración porque puede salir cercana a cero o incluso a favor del fisco. Pero debemos tener en cuenta multitud de factores que pueden hacer que al saldar cuentas fiscales, éstas nos sean favorables como son las hipotecas, pequeñas actividades complementarias a nuestro sueldo, venta de acciones o depósitos, saldos de fondos de inversión, etc. Con estos parámetros necesitaremos saber los límites para estar exentos de declaración y si nos  son favorables o no.

La conclusión a sacar es que siempre es bueno dedicar unos minutos a ver si nos conviene o no hacer la declaración usando los programas que existen para ello o con un asesor de confianza. Y si no estamos obligados a declarar, mejor.

Enlace: Cincodías; Agencia Tributaria.

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