La guerra comercial entre Estados Unidos y China, iniciada en 2018 bajo la administración de Donald Trump, marcó un punto de inflexión en el comercio global. Con la imposición de aranceles a cientos de miles de millones de dólares en bienes chinos, Washington desató una serie de represalias por parte de Pekín, generando inestabilidad en los mercados financieros y afectando sectores clave como la tecnología y la agricultura.
A medida que se acerca 2025, los analistas prevén un escenario de volatilidad en las bolsas globales si se reactivan políticas proteccionistas similares. La posibilidad de un regreso de Trump a la Casa Blanca o una nueva escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China genera preocupación entre inversionistas y economistas.
El inicio de la guerra arancelaria en 2018
En marzo de 2018, la administración de Trump impuso aranceles del 25 % sobre el acero y del 10 % sobre el aluminio, argumentando la necesidad de proteger la industria nacional y reducir el déficit comercial con China. Pekín respondió con tarifas a productos estadounidenses como la soja, los automóviles y los productos agrícolas, afectando especialmente a los exportadores estadounidenses.
El conflicto se intensificó a lo largo del año con sucesivas rondas de aranceles. En julio, EE.UU. aplicó gravámenes a bienes chinos por valor de 34.000 millones de dólares, una cifra que se incrementó progresivamente hasta afectar más de 360.000 millones de dólares en importaciones chinas a finales de 2019. China, por su parte, respondió con impuestos a más de 110.000 millones de dólares en productos estadounidenses.
Impacto en los mercados financieros
Los mercados reaccionaron con fuertes caídas y alta volatilidad durante 2018 y 2019, debido a la incertidumbre sobre el impacto de la guerra comercial en la economía global. El índice Dow Jones Industrial Average sufrió importantes retrocesos en los momentos más críticos del conflicto, mientras que el S&P 500 registró pérdidas notables en diciembre de 2018, cerrando su peor año desde la crisis financiera de 2008.
Además, la política arancelaria de Trump afectó la inversión empresarial, ralentizó el crecimiento del comercio mundial y elevó los costos de producción en múltiples sectores. Las empresas estadounidenses que dependían de componentes chinos vieron aumentar sus gastos, lo que en algunos casos llevó a un encarecimiento de productos para los consumidores.
Perspectivas para 2025: volatilidad en las bolsas
Con las elecciones presidenciales de 2024 en EE.UU. y la incertidumbre sobre las políticas comerciales que adoptará la próxima administración, los analistas advierten sobre una posible reactivación de la volatilidad en los mercados financieros en 2025.
Si un gobierno estadounidense opta por endurecer nuevamente la política arancelaria contra China, se espera que los mercados respondan con movimientos abruptos, similares a los registrados entre 2018 y 2019. La dependencia de la economía global de las cadenas de suministro asiáticas hace que cualquier medida proteccionista tenga repercusiones significativas en sectores clave como la tecnología, la automoción y la manufactura.
Factores clave a vigilar en 2025
- Política comercial de EE.UU.: La postura de la Casa Blanca sobre China y los acuerdos comerciales internacionales determinará el rumbo de los mercados.
- Respuesta de China: Pekín ha desarrollado estrategias para reducir su dependencia de EE.UU., pero cualquier medida de represalia podría generar tensiones adicionales.
- Impacto en los mercados emergentes: Países con fuertes lazos comerciales con China y EE.UU. podrían verse afectados por nuevas disputas comerciales.
- Tendencias en inflación y tasas de interés: Un aumento en los costos de importación debido a nuevos aranceles podría reavivar las preocupaciones inflacionarias, afectando la política monetaria de la Reserva Federal.
En conclusión, la guerra comercial de 2018 dejó lecciones importantes sobre el impacto de las políticas proteccionistas en los mercados financieros. A medida que se acerca 2025, los inversionistas deberán estar atentos a posibles nuevas tensiones comerciales y su impacto en la estabilidad económica global.