La actividad del comercio electrónico o e-commerce está regulada por una serie de normas legales que es preciso conocer para poder desarrollar con la máximo eficacia la actividad cotidina de este comercio tan singular.
Información visible
La página web de comercio electrónico debe incluir en un lugar visible la siguiente información: 1) Denominación Social y CIF. 2) Datos de contacto. 3) Información detallada sobre los precios del producto ó servicio prestado, así como los impuestos a aplicar. 4) Datos de inscripción en el Registro Mercantil. 5) Códigos de conducta y acceso adecuado a los mismos por los usuarios.
Contrato electrónico
Antes de realizar un contrato electrónico se debe informar a los usuarios de los pasos a seguir en los procedimientos de contratación, así como de ofrecer a los usuarios la posibilidad de modificar y corregir los datos aportados. También deberemos informar de los idiomas en los que se puede formalizar el contrato e informar de las condiciones generales de contratación.
Una vez realizado el contrato, el e-commerce tiene la obligación de confirmar la recepción de la aceptación de compra mediante el envío de un acuse de recibo por correo electrónico u otro medio de comunicación electrónica equivalente a la dirección que el usuario haya señalado, en el plazo de las 24 horas siguientes a la recepción de la aceptación . La confirmación debe poder ser archivada por el destinatario.
Respecto al lugar de celebración del contrato, en los contratos celebrados por vía electrónica en los que intervenga como parte un consumidor (B2C) se presumirán celebrados en el lugar en que éste tenga su residencia habitual. Además el fuero competente para cuestiones judiciales deberá ser el lugar de residencia del consumidor.
Por otro lado, los contratos electrónicos entre empresarios o profesionales (B2B), en defecto de pacto entre las partes, se presumirán celebrados en el lugar en que esté establecido el e-commerce, pudiendo ser el fuero competente para temas judiciales el del domicilio del e-commerce.
