Un espacio web de diseño impresionante sirve para que The Economist nos permita ver por el ojo de la cerradura de aquellas personas que hoy día están creando parte de la economía mundial desde lujosos despachos o pequeños talleres. El sitio se llama Thinking Space y es muy impresionante por lo que os invitamos a visitarlo ya que es realmente interesante. Que nos sirva para reflexionar además de para cotillear.
Y ello nos podría llevar a pensar en el papel de la prensa económica de la que The Economist es uno de sus máximos exponentes. Debo ser crítico con el rol interpretado por la prensa económica en casi todos los casos. Considero que en muchos casos apenas son más que vehículos de las notas de prensa de las empresas y que los propios avatares de su trabajo apenas les deja espacio para la investigación y la denuncia. En parte se puede deber a que ahora se hace más con menos personal lo que obliga a usar el material ajeno como si fuese propio. Otra parte se debe, quizá, a que uno no tira piedras contra su propio tejado denunciando a los anunciantes.
También es muy posible que tenga una imagen distorsionada de un sector periodístico que apenas conozco ni casi leo porque las noticias e informaciones sobre la bolsa, por ejemplo, me aburren hasta el tedio. Pero sí veo con preocupación que la prena económica perdona cosas que en comparación no hace la generalista o la política. De hecho se siguen publicando recomendaciones y noticias de las empresas de calificación cuando su actuación ha sido y es, no tengo incentivos para cambiar de opinión, vergonzosa cuando no irregular.
Me he desviado del tema a propósito para añadir el espacio de reflexión que con su iniciativa, excelente y atractiva, ha invitado a hacer The Economist. Que me perdonen si he sido crítico cuando no debía, yo les he perdonado por no serlo cuando debieron.
Imagen goodnight london