A la hora de buscar trabajo, merece la pena hacer uso del sentido común, ese que para muchos filósofos, es el más difícil de los sentidos. Es decir, no siempre resulta una labor sencilla tener la capacidad de saber qué hacer en el momento oportuno y en la situación adecuada. ¿Cómo puedes utilizar tu sentido común a la hora de buscar trabajo?
En primer lugar, déjate guiar por tu intuición. Es decir, es verdad que la etapa del final de la universidad está marcada por la incertidumbre en relación con el futuro, sin embargo, merece la pena tomar dicha incertidumbre como una capacidad para poner en práctica la valentía. El sentido común siempre conduce al punto adecuado. Por ejemplo, es indispensable escucharlo a la hora de poder detectar a tiempo una oferta de empleo falsa.
En ese tipo de ofertas, se ofrece un sueldo desmedido por un trabajo que no implica tanto esfuerzo. Las ofertas de empleo falsas son una auténtica tentación en la crisis donde existe mucha desesperación. Por otra parte, también debes seguir tu sentido común como emprendedor a la hora de valorar si merece la pena montar o no un negocio, dónde invertir, qué local alquilar, cuántos trabajadores puedes contratar…
El sentido común implica el equilibrio perfecto entre emoción y razón. Pero también, implica tener la capacidad de hacer una previsión eficaz del futuro, sin perder de vista lo más importante: el presente.
Imagen: Sentido Comunicativo