En primer lugar, debemos recordar que la actual es la primera etapa de gobierno ya que Solbes puso las bases de la recuperación económica española tras la crisis de 1993. Aquella fue una situación dura acrecentada más si cabe por los gastos extra que el país realizó para los llamados fastos del 92 (Olimpiadas y Expo) que se supo reconvertir.
No obstante, en este segundo mandato ministerial parece como si no se hubiera sentido cómodo pese a tener mimbres de sobra para hacer realidad casi cualquier proyecto pero se ha limitado a realizar una ligera reforma fiscal y a frenar las peticiones crecientes de gasto e inversión tanto de sus compañeros de gabinete como de casi todas las Autonomías.
Me da la impresión que Solbes es un economista puro más dispuesto a administrar recursos escasos que a saber moverse en medio de la opulencia que, a su vez, dispara las tensiones políticas cuando resulta quizá más fácil lo segundo que lo primero. Repita o no considero que el paso del tiempo le valorará en su justa medida aunque no haya podido hacer todo lo que quería. ¿No?.
